AFECCIONES ORTOPÉDICAS
Introducción
Estas afecciones no son estrictamente lesiones desencadenadas por la danza, sino que llevan al bailarín a la consulta médica porque le están ocasionando trastornos importantes debido a su postura.
La palabra ortopedia, adaptada de dos términos griegos que significan erguido y niño, fue usada por primera vez por Nicholas Andry en su obra "L'orthopedie au l'art de prevenir et de corriger dans les enfants les deformités du corps" que apareció en 1741. En esta unidad se describen aquellas patologías que viven con el niño y que se presentan en un estudio de danza; muchas veces, ignorando la existencia de dichas patologías y otras, tratando por el camino del ballet de corregirlas o detenerlas.
Previamente se mencionan algunas características del esqueleto; cuando éstas presentan alteraciones estaremos en presencia de dichas afecciones.
Ejes anatómicos y sus mediciones. En el individuo de pie, en posición anatómica, los maléolos internos pertenecientes a la tibia y las rodillas, contactan por sus bordes internos y las tibias son paralelas.
Los ejes anatómicos del muslo y de la pierna son coincidentes con los ejes longitudinales del fémur y de la tibia, por lo tanto, forman a nivel de la rodilla un ángulo abierto hacia afuera de 174 grados.
La desviación de éstos puede ocasionar rotaciones, angulaciones o incurvaciones. Las rotaciones pueden ser: externas o internas, los desplazamientos del plano anterior de la rótula en un sentido o en otro, constituyen un buen punto de reparo para observar la desviación.
Las angulaciones o incurvaciones reciben el nombre de acuerdo con la dirección en que se desplazó el segmento distal. Cuando éste se angula hacia fuera, lo hace en valgo y en varo si el fragmento distal se angula hacia adentro. Cuando la angulación presenta su seno o concavidad hacia atrás, existe antecurvatum. Cuando la concavidad mira hacia delante, se denomina curvatum .
Osteocondritis
Sabemos que las epífisis de los huesos son sus extremos, cuyos cuerpos se denominan diáfisis. También sabemos que la epífisis es la parte del hueso relacionada con el crecimiento en longitud; además participa en la formación de las articulaciones y actúa como inserción para los músculos y tendones.
En esta patología existe un trastorno vascular de la epífisis de los huesos, que produce necrosis vascular, es decir, la muerte del tejido en un punto localizado no vascularizado. Por lo tanto, al no llegarle irrigación sanguínea al tejido cartilaginoso, se necrosa.
Suele ocurrir también que la suma de microtraumatismos acaecidos por la actividad del ballet, producen el desprendimiento de dicho segmento mortificado, dejando en la epífisis una carie que a veces es dolorosa y otras no.
Las zonas óseas más comunes en donde pueden observarse osteocondritis son: rótula, astrágalo, cóndilo interno del fémur, cabeza del fémur, calcáneo, entre otras.
Osteocondrtis del cóndilo interno del fémur
Sacralización de la apófisis transversa de la 5ta lumbar
Es una anomalía del desarrollo. Pueden ser uni o bilaterales. Suelen ser tan grandes que establecen una unión entre el reborde inferior de la apófisis transversa y el extremo superior del sacro o seudo-articulación. En tales casos, dicha apófisis transversa presenta a menudo el aspecto de ala mariposa.
Curvaturas de la columna vertebral
La columna vertebral presenta tres tipos de curvaturas que ayudan a distribuir uniformemente, sobre las extremidades inferiores, el peso del cuerpo.
Esta disposición permite que la columna sea muy resistente a la carga aplicada en dirección vertical, puesto que sus curvaturas le dan flexibilidad.
Si la carga es muy importante, las curvaturas pueden aumentar transitoriamente, amortiguando la presión que sufren las vértebras.
Por eso, en algunos países era tradicional transportar la carga sobre la cabeza. Además, al hacerlo así se mantiene el centro de gravedad en el eje de la columna, por lo que la musculatura de la espalda apenas tenía que trabajar. Pueden presentarse anormalidades en estas curvaturas:
Cifosis . Se le llama a la convexidad posterior del raquis, que es acompañada de una proyección hacia delante de los hombros y del cuello, con el hundimiento concomitante del pecho.
Lordosis . Es la exageración de la curvatura lumbar. Es normal observarla en embarazadas.
Escoliosis . Es una desviación lateral del raquis. Es una deformación de la columna vertebral.
Genu varo o varum
Este término se aplica a la curvatura externa o hacia afuera de la pierna, que afecta la tibia y el fémur conjuntamente. Un grado discreto de la deformidad es casi normal en los niños hasta los 3 años.
Genu valgo o valgum
Curvatura interna o hacia adentro de la pierna. Sus orígenes pueden ser hereditarios, insuficiencia del cuádriceps, el aumento del peso corporal, entre otros.
En cuanto al aumento del peso corporal a edad temprana es uno de los factores que maestros y padres deben trabajar mancomunados para evitar dicha sobrecarga siempre bajo la atenta vigilancia médica.
Genu recurvatum
Afección que tiene distintos orígenes; entre otros:
Desarrollo traumático . Es el más frecuente y se considera debido a una mala posición en el útero; en este caso las piernas pueden ser empujadas por la barbilla del niño o fijadas bajo la axila con las rodillas extendidas y la comprensión uterina puede impedir que adopten su normal posición en flexión.
Exceso de contractura de los cuádriceps . Por lo que siempre hay que trabajar en conjunto la musculatura antagonista, en este caso, la de los músculos isquitibiales. La rodilla se presenta en hiperextensión y la piel situada en la cara anterior de la articulación muestra varios pliegues transversales.
Pie varo
Pie en el que el talón mira hacia dentro y se dirige hacia dentro. También se lo denomina pie zambo si su deformación es muy acusada.
Pie valgo
Pié en el que el talón mira hacia fuera y se dirige hacia fuera. El pie en valgo se origina cuando los músculos del arco longitudinal interno son incapaces de realizar plenamente su función por hiperlaxitud de los mismos y el arco trasmite el peso al suelo a través de su amplia base de sustentación que va del calcáneo a la cabeza del primer metatarsiano. Luego, agregándole la hipotonía muscular pasamos al pie plano valgo.
Por el apoyo indebido, la piel, situada a lo largo del borde interno del pie, está dolorida y fundamentalmente el borde interno del talón donde engrosa su piel al producirse callosidades dolorosas.
Por último, la zona que mayor fricción soporta es la de la cabeza del primer metatarsiano con callosidad dolorosa en su borde interno.
El paciente se queja de cansancio antes que el resto de los integrantes de la clase. Además, la mayoría comienza con tendinitis del Aquiles por deseje.
Pie plano
Deformidad del pie que consiste en la ausencia (o disminución excesiva) del arco o curvatura normal de la planta. Al asentar el pie, la planta queda totalmente pegada al suelo.
Pie cavo
Estadísticamente el pie cavo puro no se vio en danza, sino que siempre se acompañó de los dedos en garra. De allí que se denomina a esta patología del pie como "pie en garra" o "pie excavado".
Este término se aplica a la deformidad en la que la garra de los dedos se combina con una elevación del arco longitudinal o arco interno del pie y que puede presentarse como deformidad congénita o adquirida.
Halux valgus (juanete)
Deformación del primer dedo, con una excrescencia ósea, que le confiere la imagen característica. Esta afección es la más conocida y la más temida. Muy popular por lo antiestética en cuanto al pensamiento femenino, pues existen otras anomalías más importantes en otras zonas del esqueleto a las cuales no se las considera tan desagradables como el hallux valgus.
Nombre y apellido científico mejor tolerado que el de "juanete" tradicionalmente utilizado.
En realidad, Laforest, cirujano del rey Luis XVI, ya había descripto esta patología como muy frecuente.
En el ballet no lo es tanto pues tomando a los alumnos a edad temprana, cuidando su apoyo metatarsal, sus calzados de calle y no apresurando el uso de las puntas, solo queda el fuerte terreno hereditario como elemento perturbador importante.